viernes, 7 de diciembre de 2007

AL NIÑO DE LA CALLE

Tú que caminas como duendecillo
Tímido y confundido a la luz de los faroles
Por las calles triste, muriendo de frío
Congelándose en tu cara, la retina de tus soles.

Qué duras han de ser tus noches
Sin nadie a tu lado que te quiera
Cuando la gente te fía reproches
Y la basura cual flores adornando tu acera.

¿Cuándo vendrá tu esperanza que no sea oscura?
¿Cuándo verás una nueva aurora?
¿Cuándo entenderá el político, que su mejor candidatura
Es rescatar al hombre del mañana que perdemos ahora?

Sé que mi verso no puede cobijarte
Pero será reflexión para el niño del valle
Si un día viniera a preguntarte
Dile que no son caricias de madre,
Las atrocidades de la calle.

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